Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

Voy a hacer una aclaración, porque no quiero que se vote este proyecto de ley, en la idea de que pueda haber un exceso de gastos, atendiendo al que hay consignado en el presupuesto.

Las cantidades que están en el presupuesto, vienen consignadas todos los años, y se gastan o no se gastan todas; pero esto es lo que se necesita para continuar la estadística y el censo, que son operaciones que no pueden pasar sin alguna consignación. Pero aparte de eso, hay un trabajo extraordinario que se ha creído conveniente hacerlo cada diez años para que el censo refleje el verdadero estado de la población; y para este censo extraordinario que se propone ahora, prescindiendo del censo que se hace todos los años, es para lo que se pide ese crédito de 2 millones de pesetas repartido en seis años.

Es posible que las operaciones extraordinarias del nuevo censo que se va a formar economicen algunas cantidades de las consignadas para las operaciones ordinarias del censo corriente; pero, si así fuese, eso quedaría a beneficio del otro año. Lo que hay es que no es conveniente economizar una partida que se consigna todos los años, y que puede ser necesaria, sólo porque se consigne en el presupuesto una cantidad para otro gasto extraordinario. ¿Es que no se gasta aquella partida? Pues ahí quedará; pero no economicemos partidas que podrá reclamar el buen servicio.

Por lo demás, el Sr. Vizconde de Campo-Grande no ha escuchado mi argumento. Yo he dicho que el censo de 1877 estaba bien hecho, pero que no costó menos que lo que va a costar éste; porque, aún cuando no apareció más que un crédito extraordinario de 500.000 pesetas, hay que tener en cuenta que la mayor parte de los gastos del censo de 1877 no los pagó el Estado, sino que los sufragaron las Diputaciones; el Estado sólo pagó una pequeña parte, y como ahora no se quiere que sobre las Diputaciones pese lo que no debe pesar, porque ésta es una operación que corresponde esencialmente al Estado, y además, no conviene fascinar al país diciendo que no vamos a gastar más que 500.000 pesetas, cuando se van a gastar 2 millones, siquiera no salga todo de las arcas del Tesoro, resulta que lo que he dicho antes, queda en pie. No se pide al país mayor sacrificio. Para el censo de 1877 se gastaron más de 2 millones de pesetas; si no pasó, creo que se aproximó a 3 millones; no hay más, sino que el Estado no contribuyó más que con 500.000, mientras que ahora se va a gastar 2 millones; pero sólo los va a gastar el Estado, sin que las Diputaciones tengan que hacer sacrificio alguno. [1927]